miércoles, 30 de mayo de 2012

Fotos de Salento

El eje cafetero de Colombia es una maravilla. Y mucho más cuando se comparte con personas hermosas: Allans, Mauricio, Rodrigo, Maru, Gabriel y muchas más!

Aquí compartimos unas fotos del Valle del Cocora, de la naturaleza tan bella de Salento y de los amigos y amigas que nos abrieron el corazón en este lugar.

Gracias y hasta pronto!


lunes, 28 de mayo de 2012

TALLER DE CLOWN en Quito, Ecuador.

La próxima cita con la COOPERATIVA BANANA es 

TALLER INTENSIVO DE CLOWN
Jueves 7, viernes 8 y sábado 9 de junio
de 4:30 a 6:30 PM
EN TEATRO MUNDO JUVENIL
(Av. Shyris y Pasaje Rumipamba - Parque La Carolina - Quito)



Temáticas:
  • Conocer la técnica de clown
  • Conocer los elementos del clown
  • Valorar los recursos propios, encontrar el clown o la clown de cada una, su proyección y su alma.
  • Concientizar a la clown o el clown de su cuerpo y sus sentidos como herramienta de trabajo.
  • Favorecer la creatividad, la imaginación, la expresión, la comicidad y la capacidad de juego.


Notas: traer disponibilidad, puntualidad, alegría, nariz roja, vestuario para ti y para 
compartir (ropa que nos quede muy grande o muy pequeña, calcetines coloridos o rayados, faldas varias, vestidos, camisas, pelucas, zapatos con tacones), accesorios (lentes, pañuelos, apliques, billouterie, carteras, accesorios para el pelo).

viernes, 25 de mayo de 2012

Mecánicos VW por Latinoamérica


Dedicado a las almas viajeras, estrenamos esta sección de mecánicos que hemos encontrado en el camino. Esperamos que no lo necesiten nunca!

EN MÉXICO
  • Cancún – Quintana Roo
    Enrique Nolazco, conocido como “El MAESTRO”
    en el barrio BONFIL (15 km al sur de Cancún).
  • En Tonameca– Oaxaca
No nos acordamos el nombre, ni el numero de teléfono.
Su oficina se encuentra en Tonameca, justo en la entrada del pueblo, a 100 metros de la gasolinera. Lo reconocen por la cantidad de VW estacionadas en la zona.
Nos arregló el carburador, es especialista en VW, muy honesto.

EN CENTROAMÉRICA
  • En San Salvador – El Salvador
    Luis, mandános un correo y te diremos su número  y como ubicarlo.

EN COLOMBIA
  • En Armenia - Quindío - Eje Cafetero
    Gustavo A. Imesa
    en la carretera principal entre Armenia y Circasia
    Tel. 7493815 – 317 2811771 – 316 3966370
    Especialista en VW, ha creado la conexión del buster, buena onda.

  • En Circasia - Quindío - Eje Cafetero John, nos arregló los frenos - buen mecánico en general – Tel. 317 7706111
  • En Cartagena Ricardo Cabeza, Calle Gaviota con 13 de Junio, Tel. 300 8033713 Nos ha limpiado las válvulas, es especialista en VW.

ECUADOR
  • En Ibarra Hernán Lopez, su oficina está cerca del redondel de la Madre. Tel. 091 668533 Cel. 0982 665277  Especialista en VW - nos ha arreglado el radiador del aceite y terminamos quedándonos en su casa.
  • En Quito Santiago, norte de Quito, por la Troncal de la Sierra. - Cel 0999 238128 Pertenece al Club VW de Ecuador - nos ha apoyado en la parte eléctrica y las esferas de las dirección. Muy bueno y muy buena onda.
  • Valle de los Chillos.  Diego Uslateju - Cel. 0992 533216 - Presidente del Club VW de Ecuador - nos arregló el radiador del aceite. Súper buena onda, familia maravillosa. 

Como cruzar de Panamá a Colombia


Viendo la cantidad de personas que pregunta
cómo hemos cruzado de Panamá a Colombia,
decidimos subir la información a nuestra página.
Esperamos pueda ser útil a muchos viajeros y viajeras.



¿CÓMO CRUZAMOS LA FURGONETA?
Nosotros cruzamos el carro con un contenedor de la agencia SEABOARD, el tramite lo hizo una chica que se llama Dania Fazer, que trabajaba para una chica que se llama TEA (Cruzar Panamá en Facebook). Compartimos el contenedor con otro carro y así nos costó 800 dólares + 150 de impuestos panameños y colombianos.
El carro viajó solo en una nave cargo, no dejan viajar a personas junto con su coche.

¿RECOMENDAMOS SEABORD Y DANIA?
En una palabra, no. Primero nos dieron mala información sobre el costo de los impuestos (dijeron que iban a ser unos 60 dólares y fueron más del doble); segundo la furgoneta tardó 11 días más de lo pactado en llegar a Cartagena y eso nos comportó muchos gastos más (alojamiento en hotel, no poder trabajar, etc) de los cuales solicitamos un reembolso que nunca recibimos. Así que en la medida de lo posible, recomendamos que busquen otras opciones.

¿CÓMO FUE EL TRÁMITE en PANAMÀ?
El tramite en la Ciudad de Panamá nos demoró 1 día: primero fuimos a la aduana (nos acompañó Dania), después a la policía, allí te controlan los documentos y se toman unas horas para dar el visto bueno para la salida. Después tuvimos que ir a dejar la furgoneta a Puerto Colon (aprox. 2 horas y media de Panamá), un lugar muy feo y bastante peligroso. La furgoneta viajó hasta Cartagena - Colombia.


¿CÓMO FUE EL TRÁMITE en CARTAGENA?
En Cartagena tuvimos que ir al puerto donde estaba la oficina de SEABORD y después a la DIAN donde hay que solicitar un inspector; allá te dan una cita para ir al puerto uno o dos días después junto a un inspector quien te acompaña a sacar el carro del contenedor. Después tienes que regresar a la DIAN donde recibes el permiso para entrar a Colombia con el carro, vuelves otra vez al puerto donde pasas por una inspección más, pagas y por fin puedes sacar el carro. No nos acordamos más detalles pero planifica 2 o 3 días.

¿CÓMO CRUZAN LAS PERSONAS?
Para las personas hay tres opciones:
1 – en avión desde Panamá a Cartagena/Barranquilla/Santa Marta, etc.
2 – en velero
3 – en barco por la Comarca Kuna Ayala

¿EN AVIÓN?
Compras un boleto y una azafata te preguntará si quieres tomar té o café. :-)

¿EN VELERO?
Los veleros cruzan todo el tiempo desde Panamá hasta Cartagena y viceversa. Por lo general cobran 350 o 400 dólares cada persona todo incluido (aunque se puede negociar un mejor precio sobre todo si son varias personas), el viaje dura 5 días, se viaja junto a 6 o 7 personas y si tienes suerte se visitan algunas hermosas islas de la zona Kuna Ayala. Dicen que el viaje es hermoso, siempre y cuando no sufras de mareo.

¿EN BARCO?
Es la opción más barata pero más agitada. Aquí se abre otro abanico de opciones, entre ellas:
  • Hay una lancha rápida que sale cada dos o tres días que te lleva directa a Puerto Ovaldia en 8 horas por aprox. 100 dólares. Prepárate a mojarte totalmente y a partirte la espalda por los golpes del barco.
  • Hay barcos de carga que van de islas en islas llevando mercancías y parecen una novela de García Marquez. Tardan unos 4 o 5 días hasta Cartagena y cobran unos 50 dólares por persona.
  • Hay lanchas de transporte o familiares que conectan las diferentes islas y vas avanzando de isla en isla, de barco en barco, como en un Monopoly. Te cobran según la distancia. Esto fue lo que hicimos nosotros.

¿CÓMO FUE NUESTRO RECORRIDO?
Nuestro recorrido fue así:
  • Fuimos en bus hasta Chepo un pueblo al sur de Panamá.
  • De Chepo fuimos a dedo hasta Puerto Cartí (en la bahía de San Blas) que es parte de la Comarca Kuna Ayala (cobran 6 USD por persona para entrar a la Comarca y cierran la carretera a las 5 pm). 
  • En Puerto Cartí agarramos la primera lancha rápida para llegar a la isla de Cartí, que está justo en frente y es donde pasan todos los barcos que viajan a Colombia (1o 2 USD). Allí dormimos una noche en hamaca (5 USD).
  • Al día siguiente viajamos hasta la isla de Caledonia (70USD fueron aprox. 7 horas de viaje); allí dormimos otra noche (5 USD).
  • El día siguiente otro barco de Calendonia hasta Pto. Ovaldia (30 USD – 3 horas). En Ovaldia es donde se sella la salida de Panamá
  • De Puerto Ovaldia otro barco a Capurganà (15USD – 1 hora) donde sellan la entrada a Colombia.
  • Al día siguiente de Capuraganá otro barco hasta Turbo (15USD – 3 horas, cuidado que pesan la maleta y quieren cobrar sobrepeso) y de ahí ya está la carretera (donde hay buses, nosotros hicimos dedo hasta Cartagena).
    En total fueron 4 barcos y 130 bolas (dólares) por persona sin incluir las dormidas y la comida.

    ¿QUÈ APRENDIMOS?
  1. Primero aprendimos que mantener América desunida es un negocio impresionante de las multinacionales gringas. Por ese precio puedes llevar tu carro hasta Europa o hasta Australia (en serio!).
  2. Segundo aprendimos que todo se puede negociar (el primer precio que nos dieron para el carro fue de 1.400 dólares y lo pudimos bajar a 800). Sobre todo si no tienen prisa pueden ir buscando la mejor opción tanto para el carro como para las personas. Llévate un mapa de las islas por si quieren ir saltando de una a otra.  
  3. Dicen que pronto va a haber un ferry mucho más barato en el cual los carros y las personas viajarán juntos. Ojalá sería todo mucho más fácil y se les acabaría ese negocio asqueroso!
  4. Hay que decir que si el mar está revuelto (sobre todo en diciembre y enero), todo se puede convertir en una pesadilla. Pero si el mar está de buena, te lo vas a pasar de la mejor!
  5. Contraindicaciones: nosotros nos mojamos completamente (embolsa todito tu equipaje!) y a Massi le dolió la espalda durante un mes por los golpes de las lanchas (pero eso creo que fue una excusa para que le diéramos masajes, jejejeje).
  6. De todas formas, nuestra experiencia con los Kuna Ayala fue hermosa, conocerlos vale la pena! Aquí puedes leer todo lo que vivimos: http://cooperativabanana.blogspot.com/2012/01/compartiendo-con-los-kunas-ayalas.html

¿DONDE ENCUENTRO MÁS INFORMACIÓN?
Consulta esta página, es de unos amigos viajeros:

Mucha suerte y nos vemos... en tierra firme!  

sábado, 19 de mayo de 2012

Grazie per l'acquisto!

Grazie per aver acquistato il libro "Le avventure della BANANA per le strade dell'America LATINA".

Non appena ricevuta la conferma del pagamento, riceverai una mail personale da parte dell'autrice con il file in formato epub e pdf. Dunque il libro arriverá direttamente alla mail che hai indicato nell'arco di 24 ore, si solito molto meno!

In caso di qualsiasi problema ti ricordiamo la nostra mail cooperativabanana@gmail.com

 La Cooperativa Banana ti augura buona lettura e buon viaggio!!!





miércoles, 9 de mayo de 2012

De los llanos al eje cafetero





BOGOTÁ
A principios de abril la Banana bajó una cordillera andina para subirse a otra y así llegar a Bogotá; no sólo era Semana Santa también era la semana del Festival Iberoamericano de Teatro.  William, un amigo que habíamos conocido en Cartagena, también nacido en clownlandia, nos esperaba a la entrada de la capital para guiarnos al Teatro "El Contrabajo", donde Héctor nos esperaba para darnos posada.

 El Contrabajo merece un gran aplauso por habernos recibido con una gran buena onda, y por su trabajo social y artístico. Es una sala de teatro concertada (es decir, recibe financiación por parte del estado colombiano) que se ubica en el barrio
 Bosa -La Despensa, en la extrema periferia sur de Bogotá. Lo hermoso de este teatro es que surge en un barrio popular, que trabajan con los chicos y chicas de la comunidad y cada sábado la gente toca a su puerta para saber que nueva programación hay. Uno de los domingos pudimos participar en una animación comunitaria en un barrio de escasos recursos. Bravo Héctor y bravo Hernán!

 
Gracias a este contacto Massi y yo pudimos mirar a Bogotá desde su periferia sur que es muy diferente que conocerla desde su centro. El primer día que tomé un bus me perdí, logré salir airosa de un robo, viaje como  "sardina en lata" en la hora pico y pasé mucho frío. Me enojé con la ciudad aunque ella no tenía la culpa. Ella es así: un monstruo planificado.
Bogotá no hace mucho para caer bien y no quedaba otra que disfrutar de lo bueno: Massi y Ana participaron en los cursos de teatro, vimos varias presentaciones, estuvimos en el concierto de Manu Chao en la Plaza Bolivar y presenciamos el concierto de tango que fue de cierre del Festival de Teatro. Ana fue a la casa de un chico apodado Amaranto, que la cuidó de su gripe con sus recetas naturales basadas en...amaranto.


 Una de las cosas más linda fue que pudimos re-encontrarnos con varios amigos y amigas del camino: además de William y Sandra, coincidimos con Erika una viajera argentina que conocimos en Cartagena; con Serena una fotógrafa italiana sonriente y soñadora, también conocida en Cartagena; con Aquiles, el brasileño con quien convivimos uno días inolvidables en San Cristóbal (México) y su novia Andrea; con Ivone y Cami las hermanas que conocí en la Guajira y con Adriana (ver capítulo sobre Medellín).
 



 El último día, antes de salir a Villavicencio, preparamos una pasta italiana en el Teatro que se convirtió en una fiesta de locos!



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VILLAVICENCIO

Llegamos a Villavicencio, al sur este de Bogotá, de noche directamente
a la casa de la familia Henry Sepúlveda y Claudia Ospina, ambos odontólogos, (sí, el abrazo de la familia Ospina es grande como toda Colombia!).
Villavicencio fue un lugar de inolvidables récords bananeros:

 • Aquí tuvimos el mayor número de funciones en una semana: 10 en apenas cinco días y hasta tres presentaciones por día... e inclusive rechazamos algunas!
 • Mayor número de público: una de las funciones fue con 950 niños!

 Entre otras, armamos una función dentro de la Aldea La Aurora, donde viven Henry y Claudia y decidimos promocionarnos pasando por las casas con la Banana. Massi manejaba, yo me meneaba en el techo de la furgoneta y Ana con el equipo de sonido a todo volumen invitaba a la gente, a los perros y a los enanos de jardín!


Con esa rutina nos acostamos muertos de cansancio pero completamente felices. En los momentos de descanso estuvimos compartiendo la vida cotidiana de Claudia y Henry, de su hijo Juanes, de su trabajadora María y de su círculo de amigos y familiares. Cocinamos mucha comida vegetariana, nos bañamos en la piscina del barrio, jugamos al ping-pong, organizamos un paseo al río, German y Nancy nos invitaron a cenar e inclusive tuvimos una sesión de masajes y un par de noches de Karaoke.
 





El disfrute fue recíproco y la Banana empapó con su locura la casa de Claudia y Henry.
Un gracias aparte por la limpieza y arreglo de los dientes!!!



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EN LA LINEA SIN FRENOS

La “línea” colombiana puede ser muy peligrosa y más aún si se toma sin frenos.
Nada de doble sentido, no tiene nada que ver con la coca. La línea es una carretera sinuosa, de muchos precipicios y camiones, una de las más peligrosas de Colombia.
Y justo allí la Banana se queda sin frenos. ¡Los que sí pararon fueron nuestros corazones!
 Ana dice siempre que la nariz y la sonrisa en la trompa de la Banana nos traen buena suerte y protección. Ahora creo que es cierto porque en ese momento la carretera no estaba muy pendiente, no había carros, ni
camiones e íbamos bastante despacio. Fue la fortuna, el destino, suerte o un milagro.

 Total que el carro paró y nuestros corazones pudieron volver a latir.

 Pero las aventuras del día no habían terminado. A los dos minutos estaban llegando dos mecánicos en una motocicleta; en “la línea” haytantos accidentes que a los mecánicos no les conviene tener un taller sino que prefieren andar por la carretera. Los dos compinches desarman, arman, se van, regresan y nos presentan una factura de 68.000 pesos por la compra de un empaque más 80.000 por la mano de obra (en total 85 dólares). Los dos compinches no nos convencían nada. Ana y yo salimos de investigadoras especiales y descubrimos que el empaque valía apenas 
5.000 mil y que la factura era falsa. Se arma el pleito y después que arreglaron la banana nos fuimos sin pagar nada esperando que aprendan la lección de no estafar a la gente.


 Esa misma noche llegamos a Salento, un pequeño pueblo en el eje cafetero. La noche es hermosa y estoy alegre, siento una especie de excitación bajo la piel que al inicio no reconozco pero después entiendo: estoy feliz por estar viva! Así que fuimos a celebrar comiendo unas buenas trucha en un restaurante; además los frenos nuevos nos salieron gratis!

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LLEGAMOS AL EJE CAFETERO

En Salento teníamos un contacto de un tal Enrique que jamás pudimos encontrar, tal vez no exista. Mientras estábamos tratando de acampar a la orilla de un camino en el bosque, en el medio de una noche lluviosa, pasa un carro: -“Hola, ¿tienen algún problema?”. Así conocimos a Allans y Mauri quienes, sin dudarlo un segundo, nos invitaron a quedarnos en su finca. Una demostración más del tremendo  amor y solidaridad del pueblo colombiano.

Allans es un hombre de 55 años, con bigotes negros y cachetes rojos, parece que la sangre le corre muy rápido por las venas. Es un gran trasnochador, bailarín de salsa y rock, siempre alegre, tiene mil anécdotas para contar; para él  siempre es el momento justo para un brandy. Mauri es su amigo, trabajador infatigable y tiene un corazón tan grande que se le sale del pecho.

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Ana versus migración (último capítulo)

Justo en esos días llegó la respuesta de migración a su carta deapelación.  Apelación rechazada: Ana tenía apenas unos días para deportarse de Colombia. En la oficina de migración de Armenia, después de interminables esperas, un empleado le ofrece comprarle el comprobante del pago que ella había hecho para extender el permiso de
turista,  consignación que nunca había utilizado.
 “No sabía que esto se podía vender” dice Ana.
 “Te quiero ayudar” le contesta el empleado y le pasa un billete de 50.000 pesos (30 dólares). Pero al subirse al bus, Ana usa ese billete para pagar y... resulta ser falso!
Imagínense la cara de Ana después de este otro abuso. Al día siguiente regresó a la misma oficina echando humo por la nariz y las orejas, denunció  a ese empleado tanto por aprovecharse ilegalmente del documento como por el billete falso. Grande Ana! Acto seguido, se convocó a todos los empleados, llegó una supuesta superior desde Pereira y no sabemos más.
A Ana le dieron su legajo de deportada, compra un boleto de bus
 para Ipiales, frontera con Ecuador para irse al día siguiente.

 Así se cierra este penoso capítulo, así de perverso y corrupto es el
 sistema burocrático colombiano.

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LA PRIMERA DESPEDIDA DE ANA

Allans  no paró de hacer llamadas durante una hora desde su celular. Después dijo: “Vamos a hacer una buena fiesta de despedida para Ana”. Y la fiesta fue buena, si señor, nos la pasamos bailando y brindando con un puño de amigos y amigas desconocidos hasta que el cuerpo dijo basta.

 El día siguiente, acompañamos a Ana a la terminal de buses. La vamos a ver en pocas semanas en Ecuador pero igual nos conmovimos. Llevamos
casi un año viajando juntos y su presencia se ha vuelto tan esencial como respirar o cargar gasolina a la Banana. Massi y yo regresamos a  Salento casi sin hablar.
 

Con Ana hemos compartido todo lo que hay en la Banana desde la almohada hasta el tenedor, desde el peine hasta los zapatos incluyendo
la copa de luna. Por las noches nos hemos peleado por la sábana y por las mañanas nos hemos contado los sueños. Hemos compartido el aire, el tiempo y el espacio, hemos estado tan cerca que nos contagiamos de los sentimientos y así la risa de uno se convertía en la carcajada descontrolada de todos y la tristeza de uno en una tristeza colectiva.

Día con día hemos terminado por parecernos más, Ana ha aprendido a hacer la pasta italiana y nosotros a cebar el mate, ella a tomar el café sin azúcar y nosotros a putear en argentino. Juntas hemos gritado viendo los delfines en Puerto Escondido, hemos brindado con vino fino en el Banco Central de Managua, hemos visto la muerte en la cara en Honduras, nos hemos perdido en el tráfico de Ciudad de México y de Bogotá y en todos los lugares hemos hecho reír a miles de niños. Hemos tomado decisiones importantes como la de no comer carne o de hacer la pedicure en el mercado de San Salvador.
Pero más allá de todo lo que hemos dicho, hecho y desecho creo que lo más importante es lo que fuimos los unos para los otros: íntimas compañeras de un sueño, de un maravilloso presente que estábamos viviendo. De Ana siempre habrá sólo una en nuestros corazones: la amiga, compañera, hermana ANA BANANA!